El Arte Sonoro en America Latina
Manuel Rocha Iturbide
Es difícil encontrar las razones por las cuales tenemos una historia
incipiente del arte latinoamericano en el siglo XX. Podríamos pensar
que la falta de desarrollo tecnológico en nuestros países
ha sido una de las causas, ya que el arte sonoro internacional se ha desarrollado
principalmente en el continente europeo y en otros países primer
mundistas como los EUA, Japón, Australia, Canadá, etc. Pero
cuando pensamos en algunos aspectos del arte sonoro que poco han tenido
que ver con la tecnología, como la poesía sonora, algunos
tipos de escultura sonora acústica de carácter instrumental,
etc., nos damos cuenta de que las razones deben encontrarse en otro lado.
No es esta una historia del arte sonoro latinoamericano, pero debemos buscar
los orígenes aislados y dispersos para poder entrever las raíces
de un arte sonoro mucho más rico y poderoso que avanza a pasos raudales
en estos inicios del siglo XXI.
Podemos encontrar en las generaciones de artistas mayores o ya desaparecidos,
casos aislados de incursiones incidentales en la creación de arte
con elementos sonoros importantes. Este es el caso del poeta Vicente Huidobro
de Chile, quien a principios del siglo XX realiza poemas de carácter
sonoro en su libro Altazor; del artista plástico venezolano xxxx
del movimiento del op art sudamericano, con su incursión con varias
esculturas sonoras hechas con tubos de plástico huecas; de un artista
peruano [1] que tiene una interesante instalación sonora en el museo
de bellas artes de Caracas Venezuela; de las acciones sonoras del controvertido
y ecléctico Alejandro Jodorowsky en México en los años
sesenta, etc. Sin embargo, también hubieron unos cuantos artistas
que le dieron un énfasis particular a la experimentación plástica
sonora en su obra, como fue el caso del arquitecto-pintor Argentino Luis
Frangella (1944-1990) con sus esculturas sonoras acústicas accionadas
por la lluvia en los años setenta [2], o del compositor guatemalteco
Joaquín Orellana, participante del movimiento de música contemporánea
sudamericano en torno al instituto Di Tella en los años sesenta,
quien ha realizado diversos instrumentos sonoros de carácter escultórico.
A pesar de estos y otros casos aislados, no podemos hablar de un movimiento
de arte sonoro latinoamericano, así como existió un movimiento
fluxus internacional (Europa y EUA básicamente) en el que uno de
sus puntos de gravedad importantes fue la utilización de lo sonoro
como medio de expresión.
Saltemos ahora hasta la postrimería del siglo XX en la que finalmente
van a surgir movimientos latinoamericanos cercanos al arte sonoro, me refiero
a la música electrónica experimental, que ha ligado de una
manera u otra a varios países hispánicos, ya que esta se ha
logrado insertar en el mercado mundial, y por ende, los mismos músicos
se han llegado a encontrar sobre todo en los grandes festivales de música
electrónica de Europa. No ha sucedido lo mismo con el arte sonoro,
actividad ambigua y sin una cara nítida, pero esto no significa que
no exista un interés por éste popular medio que ha tenido
un gran auge a partir de los años 90 en los países occidentales.
El primero y tal vez único festival de arte sonoro en América
latina tuvo lugar en México DF entre 1999 y 2001, cuatro ediciones
solamente. Debo decir que yo, como co-fundador y curador del festival, siempre
estuve interesado en apoyar y promover esta actividad en nuestro continente,
pero que justo cuando comenzaban a suceder cosas interesantes en Sudamérica,
el festival (por problemas de fondos) dejó de hacerse. Solo logramos
invitar a un artista Colombiano (Oswaldo Macía) que reside en Inglaterra,
al artista Ignacio Gonzales Lang de origen puertorriqueño, al ahora
muy conocido artista argentino Jorge Macchi, que ha hecho varias veces alusiones
sonoras en su obra, y una muestra del festival de música experimental
argentino Experimenta surgido a mediados de los años noventa [3].
Recientemente han surgido festivales ligados al arte electrónico
que se han interesado mucho en el arte sonoro como una de sus vertientes,
este es el caso del festival “Transitio” que tuvo lugar en México
DF el año pasado, y en el que hubieron acciones e instalaciones de
carácter sonoro. Otros festivales de arte electrónico mas
antiguos como VAE (Video Arte Electrónico) de Perú [4], han
presentado en los últimos años instalaciones y acciones sonoras,
o talleres de arte sonoro, como el que yo ofrecí el año pasado
en Lima. También existen centros de creación electrónica
que han atraído a artistas interesados en trabajar con sonido, como
es el centro multimedia de la ciudad de México, o el laboratorio
limb0 en el museo de arte moderno de Buenos Aires Argentina, dirigido por
el artista Gustavo Romero y el compositor Jorge Haro.
El interés por el arte sonoro esta muy vivo, pero todavía
no sabemos quienes somos y que estamos haciendo, México es tal vez
uno de los países mas activos, con festivales como el de radar al
que se invitan a músicos y artistas sonoros a realizar conciertos
de música experimental, aunque aquí no contamos con actividades
de carácter plástico sonoro. También tenemos la bienal
internacional de radio organizada por radio educación (desde 1996),
que ha promovido el radio arte latinoamericano.
Creo que los incipientes artistas sonoros latinoamericanos se han movido
mas que nada en sus propios países, y alguno que otro a nivel internacional,
fue así como conocí al Brasileño Paulo Vivacua en Nueva
York, lugar importante en actividad sonoro-plástica en el que residió
durante varios años. Otros artistas más jóvenes se
están haciendo en Europa, sobre todo en España en lugares
como Barcelona, en donde hay instituciones de educación de arte electrónico
ligadas al arte sonoro como MECAD, y festivales de arte sonoro como Zeppelín,
o en la Universidad de Valencia en donde esta el accionista Bartolomé
Ferrando o el promotor de arte sonoro Manuel Molina.
El arte sonoro es un campo multifacético difícil de catalogar
y dudo que pueda algún día existir como disciplina particular.
Conozco a algunos buenos artistas plásticos Mexicanos cuya buena
parte de su obra esta centrada en la reflexión sonora, como Fernando
Ortega y Francis Alys, pero ellos no se ven como artistas sonoros. De otros
países latinoamericanos, la verdad no conozco a ningún artista
sobresaliente a nivel internacional cuya obra este centrada en el sonido.
Creo que existe una gran necesidad por investigar que ha sucedido y que
esta sucediendo en latino América. La gran actividad de arte sonoro
en España ha dado lugar a paginas de Internet como artesonoro.org
en la que cada artista sonoro iberoamericano puede anunciarse, y a esta
ya se han pegado algunos latinoamericanos. Recientemente yo inicié
la pagina artesonoro.net que poco a poco tendrá como cometido promover
el arte sonoro ibero americano, e inicié simultáneamente un
grupo en yahoo llamado artesonoro@yahoogroups.com al que ya se han sumado
muchos españoles y latinoamericanos. Creo que gracias a estas iniciativas
ínter náuticas podremos saber cada días más
quienes somos y que hacemos, pero no podemos conformarnos con esto. Desde
hace varios años tengo el proyecto de invitar a varias personas clave
en América latina que han promovido de alguna manera el arte sonoro,
a escribir algo sobre la situación de esta actividad ínter
mediática en sus países. Siento que estos escritos se podrían
entonces reunir para publicar un pequeño libro sobre el arte sonoro
en América latina, y que esta información le sería
de gran utilidad a los investigadores y a los curadores de artes plásticas,
de festivales de arte sonoro, de arte electrónico y de música
experimental, para descubrir nuevos valores y difundir lo poco que se ha
hecho, porque hay que ser realistas, somos como niños en comparación
a los Norte Americanos y a los Europeos, pero niños imaginativos
que tienen cosas nuevas que proponer dentro del campo del arte internacional.
1.- Cuyo nombre no recuerdo. Lo estoy investigando.
2.- Frangella trabajó en el MIT en EUA en una época en la
que hubo un gran entusiasmo por la relación entre el arte y la tecnología,
sus proyectos de esculturas de lluvia fueron publicados en el libro “Sound
Sculpture” de John Grayson en 1975.
3.-Dirigido por Claudio Koremblit.
4.- Tiene aproximadamente diez años de existencia.
5.-Una de las artes sonoras pero que no tiene relación con el mundo
de las artes plásticas.